miércoles, 11 de julio de 2012

Ayuda.

Alteración, nervios, estrés,  fatiga, ansiedad, etc. (si, la mitad las he buscado en el diccionario)
ES COMO ME SIENTO!!
Que por que? Porque no se me ocurre absolutamente nada. Y mi imaginación se hunde justo cuando estaba empezando a enseñar el blog (via: tuenti) *gran suspiro*
Me tenéis que dar ideas. A ver, para los que se hallan leído todos los capítulos: salen del agua y luego que? QUE SOLO TENGO CINCO LINEAS, COÑO. *respira hondo*
Mi inspiración me odia, definitivamente. ¿Como puede ser que ya se como acaba la historia, que sepa como empieza, pero no tener lo del medio? SOY UN DESASTRE.
Necesito que me deis ideas para seguir por un comentario. Por favoorr.
Un saludo.
Gracias.

jueves, 14 de junio de 2012

Capitulo 5 ojos rojos

Cada vez estaba mas nervioso. Las chicas ya llevaban arriba una hora. ¿Y si Casiel le había hecho algo a Nicole?. Kyle recorría la sala en circulos amplios hasta que alguien tosió. Miro hacia las escaleras y alli estaba Casiel. Se decepciono. Iba vestida con un vestido rojo con un lazo blanco en la cintura, con unos zapatos blancos y tenia el pelo suelto que le caia en grandes tirabuzones sobre los hombros. Pero, ¿donde estaba Nicole? Abrió la boca para decir algo pera la hechicera le calló.
- Ahora baja, no te desesperes - dijo molesta
Nicole cruzó la esquina donde se separaban dos escaleras mas y bajó. Estaba preciosa. Llevaba un vestido de flores y encima un chaleco vaquro. Su pelo ahora estaba mas corto; le hacia parecer tan inocente...
Unos golpes aporreaban la puerta. De pronto, toda la tranquilidad que habia en la sala se esfumó. Casiel se sobresaltó. Estaban buscando a Nicole.
- ¡Hechicera! - gritaron
- Teneis que marcharos - dijo Casiel.
Kyle asintió con la cabeza y rapidamente agarró la mano de Nicole y salieron corriendo al jardin. Tenian que volver a crizar el lago para escapar.
- Kyle, el agua...
Le agarró y le subió a su espalda. No habia madera, asi que tubo que in a pie hasta el otro lado. Cuando llegaron, la bajó al suelo y siguieron corriendo. Llegaron a un bosque y se pararon a descansar.
- No... te lo he podido... decir antes... - dijo Kyle entre jadeos - pero estas... muy guapa.
La risa tonta de Nicole resonaron entre los árboles. Una bandada de pajaros se alzó al vuelo.
- No debéis entrar aquí. Ellos os cogerán. - dijo una voz suave - Correr, lejos, muy lejos. No volváis o lo lamentaréis.
- ¿Quien anda ahi?
Nicole se agarró con miedo al brazo de Kyle. Tan fuerte que le hacia daño. Una sombra blanca paso por los arbustos que tenían a unos pocos metros a la derecha. Se reía malicionamente. Enseguida Nicole se soltó y dió tres pasos adelante.
- No tenemos miedo
Una chica apareció delante de la muchacha. Tenia el pelo de un rubio muy claro, la piel muy clara, casi transparente. No tenia ojos, o lo que tenia eran blancos. Tampoco tenia pies.
- Bien, muchacha, bien. Me gustas. Haced lo que os de la gana. Soy Meredith y solo me gusta compartir lo que es mio con personas valientes.
- ¿Todo este bosque es tuyo?
- Casi todo. Menos la amada cueva "secreta" que no se que organizacion tenia ahi escondida y que para ellos era como un santuario.
Se escuchaban gritos alarmados provenientes del exterior del bosque. Kyle agarró la mano de Nicole de nuevo y se pusieron a correr. La chica fantasma se quedo parada y les guiñó un ojo en señal de que los entretenía ella.
Ahora hacia mas calor y los arboles habian ido desaparecirndo repentinamente. Miraron a su alrededor. Kyle solto insultos en sus adentros y soltó a Nicole. El paisaje cambiaba rapidamente de un momento a otro: hielo, un lago tenebroso, un bosque, el desierto...
- Mierda, mierda... - repetia el joven una y otra vez.
- Kyle... - dijo Nicole. Estaba asustada - ¿donde estamos?
Era todo arena, que se desplazaba hacia ellos por el aire. Habian piedras altas esparcidas por todo el desierto. La pareja se puso a correr y se escondieron de todo el vendaval que se les venia encima.
***
 - Joder, que calor - Marcus andaba pesadamente, arremangandose las mangas de su americana universitaria cada dos por tres - ¿pero a mi quien me mando meterme en todo esto?
Se seco la frente con la mano y siguió caminando por el amplio desierto. Vió a dos personas corriendo por la arena, ¿esos eran Nicole y el licantropo? No, seguramente estaba delirando devido a las altas temperaturas. Se frotó los ojos y volvió a mirar. Ya no estaban. Conclusion: se staba volviendo loco.
Llego hasta una de las grandes rocas rojizas y se aapoyo en ella. Se arrepintió al momento porque esta quemaba y ahora le ardia la piel. De pronto, se encontraba contra esa misma roca, amenazado por una garra.
- ¿Que haces aqui? - esa voz le sonaba. La voz que le asusto de no matar a la, ahora para el, inocente Nicole - Crei que te deje muy claro que no queria volver a verte.
- Kyle, deja que hable - era una voz femenina. Era Nicole. Estaba mas guapa, con el pelo corto y ese vestido tan infantil, pero a Marcus le gustaba mas la otra Nicole.
- Me rindo - dijo por fin - no voy a haceros daño. He dejado la organización. No volvere con ellos tras aprovecharse de personas inocentes que son... diferentes. Me uno a vosotros.
- ¿Y como sabemos que no es un engaño de esos tuyos? - pregunta Kyle.
- Registrame - se rió álzando los brazos - Vigilame lo que quieras. No puedo ni quiero haceros nada.
 El joven licantropo le dirigio una mirada fulminante y se dió la vuelta. Nicole estaba ahi, con esos ojazos azules que decian "¿nos podemos fiar de el?". Asintió con la cabeza. Entonces ella sonrió y se acerco a Marcus.
- Seremos buenos amigos, ya lo veras
Comenzo a andar por el camino que habia marcado Kyle con saltos delicados. Su pelo y su vestido danzaban a cada paso que daba. Tarareaba una cancion que ahora mismo opdia recordar.
Llevaban recorrido ocho quilometros. El desierto no se acababa. Nicole estaba cansada, y Marcus tambien. Kyle era el unico que podia mantenerse en pie. Al ver a sus compañeros decidió disminutir la marcha.
- Es inutil, por mas que caminemos el paisaje no cambia - dijo Marcus
- No podemos quedarnos atras despues de tanto camino recorrido... - comenzó Nicole. Se llevo las manos a la cabeza y se tiro al suelo. Empezo a gritar. Los muchachos fueron a socorrerla, pero ella alzo un brazo diciendo que se alejaran. Habia una voz dentro de su cabeza que era como agujas.
-Tienes que evitar que te cojan. Cariño, siempre has sido muy fuerte, y estoy orgullosa. No permitas que nadie te haga daño. Nos volveremos a encontrar, mi niña.
Abrió los ojos. Eso no era una de sus visiones del pasado. Era la voz de su madre, no tenia imagen.
- Nicole, ¿estas bien? - preguntaron los dos chicos a la vez
- Perfectamente - respondio rapida - Vamos. Ya falta poco.
Los jovenes se miraron a los ojos un momento. Miradas de preocupacion hacia ella. No era normal lo que le acababa de pasar, pero no dijeron nada y se pusieron a andar.
Al rato ya llegaron a una especie de oasis y se quedaron. Pasarian la noche ahi. Nicole, por el camino ya habia caido rendida y no le preocupo demasiado que la tumbaran en la hierba al lado de un arroyo.

Estaban todos dormidos, menos ella. Ya no tenia los ojos azules, si no rojos con rallas negras. Algo en ella habia cambiado. Agarró la mochila de Marcus y de ella extrajo una cuerda. Levanto con esfuerzo a los dos chicos, los puso en un arbol y ató sus manos y tobillos. Kyle abrió los ojos y se vió atado.
- Lo sabia. Sabia que era una trampa de las suyas. ¡Nicole!
- Tranquilizate, chucho. Tienes al humano justo a un palo detras tuyo - dijo ella, forzando los nudos - no se como podeis haber creido que os ayudaria, que seria la santa que no sabia nada. Que equibocados estabais.
Empujo la pequeña embarcacion que ella misma habia creado hacia el interior del arroyo. Marcus se desperto en ese momento.
- Oh, valla, el humano esta despierto. Mejor, asi podras ver como morireis.
Nicole levanto un dedo y se fue agachando. Estaba dispuesta a hacer que el arroyo se convirtiera en fuego con tal de deshacerse de ellos. Pero no queria hacerles daño. En una parte de su mente aun estaba la Nicole buena. Un ojo volvió a ser azul, pero el otro se quedo rojo. Era una lucha contra si misma que solo una parte podria ganar. Miro a los jovenes.
- Nicole, espera... - le dijo Kyle - ¿recuerdas cuando estabamos en el bosque, tus ojos? Creo que ahora te sucede lo mismo. Pero no puedes dejar que la otra parte se apodere de ti.
- ¡Esta soy yo, esta parte no puede desaparecer! - grito la muchacha - ¡Pero no quiero heriros! ¡Es mas fuerte!
Nicole se desplomo en el sueño y sin quererlo, su mano aterrizó en el agua, indendiandolo todo de nuevo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Capitulo 4 la hechicera

Todo se iluminó humeantemente. La madera que sostenía a Kyle cada vez se reducía mas por el calor. Rápidamente, Nicole quito el pie del agua por intuición, y todo volvió a su calma. Notó agua en su mejilla, que pronto le quemó la piel al convertirse en fuego. Estaba llorando, silenciosamente; imponente a que sus lagrimas se convirtieran el gotas de fuego; sin saber porque, estaba llorando.
- No puedo. No, no puedo - sollozó Nicole. Kyle aun estaba en la barca, con la mirada perdida en el oscuro lago, sin decir una mínima palabra. Se levantó y puso sus pies en el agua. No paso nada. Se acercó a Nicole y respiró hondo, pero antes de decir nada se miró las manos. La muchacha se las agarró y las miro.
- Esto ha sido por mi culpa... - susurro. El joven tenía las manos quemadas, un poco hinchadas y con pequeñas cicatrices - y... ¿Y si te quedas aquí y voy... yo?
- Ni hablar. Te prometí que no te iba a dejar sola. Iremos juntos - agarró a Nicole de la mano y la agarró por detrás de las rodillas. La llevó hasta la madera sin que ella tocara el agua y la sentó sobre el para que no cayera. Sus rostros estaban cerca, pero la muchacha sabia que no debería, que no estaría bien. La barca se tambaleó y comenzó a moverse. Nicole cerró los ojos y espero a que se volviera a detener. Kyle la atrajo mas a el. La muchacha sentía que el corazón se le iba asaltar por la boca. Hacia calor.
- Bueno, ya hemos llegado. Se que es cómodo estar así, pero deberíamos bajar antes de que esto se hunda - susurro Kyle.
Nicole se puso en pie y se agarró a un árbol que había allí para no caer y lograr estabilizarse. Este empezó a brillar y salieron de el mas hojas de las que tenía. Era precioso. Soltó el árbol cuando notó que Kyle la cogía de nuevo. Ella le agarro de la mano fuertemente y la miró, el muchacho no se quejaba de que le dolía: no tenía las quemaduras ni las cicatrices.
Ya en tierra firme, comenzaron a andarm aun agarrados de la mano.
El castillo era enorme por dentro. Estaba iluminado por cientos de candelabros colgando de la pared. En el suelo había una alfombra roja kilométrica que se perdía de vista mas allá del pasillo. Era escalofriante tanto silencio.
- Valla, a esta hora de la noche no me esperaba ninguna visita, y menos la tuya, mi querido Kyle - resonó una voz femenina con una risa. El muchacho apretó con fuerza la mano de Nicole, que le miró asustada con sus enormes ojos azules.
- Necesitamos tu ayuda, hechicera.
Una chica joven salió por una pared arrastrando la mano por la piedra. Llevaba un vestido negro con partes que dejaban ver su morena piel h unos zapatos iguales. Tenía el pelo castaño, oscuro en la raíz y claro a las puntas. Cuando se iba acercando se podía ver claramente que tenìa los ojos de varios colores. Era una chica extraña. Pero no tanto como Nicole.
- Por favor, viejo amigo, no me llame de usted - se tocó el pecho en un gesto de modestia y entonces se percató de la presencia de Nicole. La miró con desdén - Veo que tienes compañía.
- Esta es... - comenzó a andar hacia donde había venido, sensualmente y a paso lento.
- Es Nicole. Viene aquí porque no sabe lo que es y porque no sabe lo que hace. Lo se, Kyle, sabia que ibais a venir, sabia para que veníais. - frenó y giró la cabeza para mirar a la pareja que aun se encontraba junto a la puerta - Pero aun así me hago las ilusiones de que vengas... a por mi.
- Casiel, no vuelvas a abrir la herida. Lo nuestro se acabó hace mucho tiempo, y tu lo sabes.
Nicole no sabia de lo que hablaban, se quedaba en silencio contemplando a aquella chica, Casiel, y lo bella que era. ¿Lo nuestro? ¿Se referiría Kyle a una relación que tuvieron ellos alguna vez?. Miró al suelo, si pensaba en aquel momento no podía escuchar de lo que hablaban.
- Oh, mírala, pobrecita. Esa es la cara de una chica enamorada, ¿acaso me equivoco, Nico?. Sabes que no puede ser, que el nunca te querrá - dijo Casiel, en un intento de hacer sufrir los sentimientos de Nicole. Casiel río en una carcajada que resonó por todo el pasillo. Nicole se giró y abrió la puerta de par en par. Salió al exterior. Cada vez le caía peor aquella chica de piel morena. Pero que era aquello, ¿celos? ¿envidia?. Kyle intento seguirla, pero Casiel le agarró de la mano, diciéndole que no fuera con ella y que se quedara ahí. Casiel siguió silenciosamente a la muchacha hasta el árbol que había junto al lago. Nicole tocó su tronco y difrutó de ver como aquel árbol se hacia mas grande, mas sano. De pronto se giró al percatarse de que una sombra estaba detrás suya, pero se sentó cuando descubrió a la estúpida de Casiel. La hechicera se agacho junto a ella y sonrió tristemente.
- ¿Sabes? Eres muy afortunada al haber encontrado a un chico como Kyle, no hay muchos así.
Nicole, al escuchar las palabras de Casiel, alzó la mirada y se encontró con su mirada rota.
- Eresmuy poderosa, Nico, pero también muy peligrosa. Eres el único dualismo que existe en estos tiempos: una mezcla del bien y el mal. Puedes controlar todo lo que tu quieras: las mentes de los humanos, los cuatro elementos... Lo que tu quieras - miró desafiante a Nicole, o Nico, como le llamaba ella - Pero te diré una cosa: no toques a Kyle, o te encontrare, y tu sufrimiento no será muy agradable.
Soltó una carcajada y volvió a entrar en el castillo, Nicole la imitó. Dentro estaba Kyle, que soltó un suspiro de alivio al ver que la hechicera no le había hecho nada, se acercó y la abrazó. No quería demostrarlo, ni parecer débil, pero Casiel notó una punzada de dolor en el pecho. Kyle acarició el pelo negro de Nicole mientras la rodeaba con los brazos. La muchacha se sorprendió, pero enseguida puso sus manos en su cuello y la atrajo mas hacia ella. Le sudaban las manos, pero en ese increíble momento le daba igual. Casiel se aclaró sonoramente la garganta para que se separaran. Sonrieron vergonzosamente.
- Gracias - susurró tímida Nicole.
- Podéis quedaros a pasar la noche aquí. Cuando no este Meredith me siento muy sola - sonrió y le guiñó un ojo a la joven - Y mañana por la mañana te pondré bien guapa.
Kyle no quería que la cambiara, le gustaba tal y como estaba. Para Casiel, el termino "poner guapa" significa ponerle una falda que pareciera un cinturon ancho y un top con el que se le veía todo. Pensándolo bien, no estaba tan mal. El chico sonrió para sus adentros.
- Casiel, yo no voy a dejar sola a Nicole - dijo
- Vale, haz lo que quieras - canturreó Casiel, aunque por dentro se estuviera muriendo de envidia.
Por el pasillo se separaron, la hechicera fue por la derecha y la pareja por la izquierda. Kyle ya sabia donde se dirigían; no era la primera vez que se quedaba allí a dormir. Ya en la puerta de la habitación, entraron y una masa de polvo les hizo toser y les nubló un poco la vista. Todo estaba como había estado siempre. La cama de madera estaba pulcramente hecha; el escritorio, también de madera, se situaba junto a la ventana.
Nicole dio un salto y se tumbó en la cama.
- Yo duermo en el suelo - dijo después de varios minutos.
- No, tu duermes en la cama y yo en el cómodo suelo.
Ella puso cara de ofendida y se levanto. No le gustaba que nadie la tratara así. Puso sus manos en los hombros de Kyle, le llevo hasta la cama y lo sentó, aun apoyándose en el. Parecía una niña pequeña.
- No - al ver la cara de risa del muchacho se agacho un poco mas y le miró con ojos desafiantes pero a la vez infantiles - o me enfado.
- Vale, vale, tu ganas - alzó las manos en señal de rendición y la miró divertido
Nicole sonrió. Se agachó rápidamente y le dio un beso inocente. "¿Que ha sido eso? No, un beso en la boca para ella no puede significar nada. No lleva ni dos días en el mundo exterior" pensó Kyle.
La muchacha cogió un camisón de los que había en el armario, se quitó la ropa y se lo puso. El joven, para no ser descortés, se dio la vuelta y no miró. Luego el se quitó la camisa y se metió entre las mantas mientras Nicole se tumbaba en el suelo.
- Buenas noches - dijo ella. Pero el no le respondió, no podía articular palabra. ¿Se habrá molestado por el beso?. Fue un acto que no le dio acto a pensar, simplemente lo hizo.

Nicole abrió los ojos lenta y perezosamente. Estaba en la cama. Kyle debió de haberla puesto allí, ¿pero el donde estaba?. Se sobresaltó. Miro en el suelo; allí estaba el durmiendo como un bebe, literalmente. La chica respiró hondo. La almohada todavía olía a el: a arboles y a cloro, pero le agradaba.
Se levantó y caminó descalza hacia el chico. Se agachó y le empezó a hacer cosquillas. Kyle se reía pesadamente, como si le doliera. Nicole le levantó un poco la camisa y vio todas las heridas que tenia. Puso la mano en su vientre y los arañazos desaparecieron. Entonces era cuando el abrió los ojos y se extraño al ver a Nicole pensativa.
- ¿Te... encuentras bien? - se extrañó aun mas al ver su mano en su vientre. La levantó poco a poco y pudo ver como estaba bien, ya no tenía magulladuras - ¿como has hecho eso?
Se levanto poco a poco y luego tiró de el brazo de la muchacha, que sonreía al ver que no le dolía, que le había curado. Nicole le abrazó fuertemente. "Quizás no es todo tan imposible" pensó ella

sábado, 26 de mayo de 2012

Capitulo 3 bestias de la nieve

- No se lo que era. Desde hace unos años me pasaba, pero nunca con nadie, siempre estaba sola. Escucha, se que tengo un poder, un gran poder, pero no se lo que es. Ne... necesito respuestas. Y creo que tu sabes donde me las podrian dar - dijo Nicole
- Tengo una... amiga que es bruja y puede averiguarlo todo. En dos días estaríamos allí si nos ponemos ya en marcha.
- De acuerdo, pues venga.
- Escucha una cosa, Nicole - se rascó los ojos y suspiró - quiero que vallas a mi lado, y que no te alejes de mi. El camino es muy peligroso, y no voy a permitir que me vuelvas a asustar.
Nicole se volvió y agachó la cabeza al andar. Miró su pierna. Que extraño, la quemadura de la bala ya no estaba... Agito la cabeza para poder pensar que se trataba de una mala visión y se puso de nuevo en marcha.
Al rato a Nicole ya le ardían los pies. Se sentó en el suelo, agotada. Kyle salto energéticamente hasta encontrarse a la altura de la joven.
- No entiendo como puedes estar así. Es desconcertante.
- Si quieres puedo llevarte. Esto de ser licántropo tiene sus ventajas, ¿Sabes? - puso sus tonificados brazos en jarra y hincho los mofletes.
La muchacha sonrió ante su acto infantil. Ella no se había quejado de lo que era su acompañante, simplemente aun estaba aun asustada, nada mas. Asintió, se iba a enfrentar a que la persona que ha decidido ayudarla le fuera a hacer algo.
Kyle se quito la sudadera, pero esa vez, Nicole no aparto la mirada. El joven licántropo se percato.
- Se me hace mas sencillo - fue lo único que dijo antes de cambiar del forma y llenarse de pelo. Nicole parpadeo, fascinada. En forma de lobo también era hermoso. Estaba cubierto de un pelaje negro ceniza, con unos ojos también negros enormes, donde ella se veía reflejada. El lobo hizo un movimiento y se agacho en señal de que se subiera encima. Nicole le obedeció sin poner resistencia, puso una pierna en la parte mas allá de la forma del animal y monto a horcajadas. El cuerpo estaba caliente. "estoy subida encima de Kyle" recordó ella.
De un momento a otro, y como ya había pasado en mas ocasiones, Nicole se quedo dormida.

Hacia frío, demasiado para que horas antes se encontraran en un bosque pleno de vegetación. La joven muchacha y el lobo se encontraban ahora mismo en una planeada cubierta de blanco.
- Algo se acerca - dijo en sueños Nicole - debemos correr, ¡Ahora!
De repente, unas criaturas alargadas y blancas comenzaron a salir de la nueve y se volvían a sumergir, como si fueran delfines en el océano. Las criaturas eran como lombrices, sin ojos y con la boca llena de dientes. Pasaban por la superficie sin inmutarse de la presencia de la pareja sobrenatural que estaba en medio de lo blanco.
- Nicole - la llamo Kyle en sus pensamientos- ¡Nicole!
Todo se quedo en silencio y resonaba una y otra vez la voz grave del joven, que volvió a su forma humana para no sobresaltar tanto en ese paisaje. Agarro a Nicole y volvió a sentir ese calambre cuando toco con sus manos las piernas desnudas de ella. Nicole abrió poco apocosus grandes ojos azules y se puso recta. Entonces miro un punto ene, horizonte y se levanto de golpe, zafandose de Kyle.
- Ya podemos comenzar a correr
***
- ¡No puedes dejar esta organización así como así! - grito Cristal.
- ¿A no? ¡Mírame! - Marcus iba recogiendo sus pertenencias de sus respectivos cajones y guardándolas en una gran bolsa azul. Estaba enfadado por el engaño de su padre y su hermana, era una puñalada en la espalda. Querían hacer daño a alguien inocente para hacer maldades. Pero eso se acabo, el iba a ayudar a esa chica, ya protegerla, si el muro de carga principal cae: el licántropo - Mama nunca habría permitido eso. ¿Pero acaso os importo? - se rió eñ joven - no os molestasteis en saber lo que pensaba hasta que murió.
Punto bajo. Cristal se había quedado sin habla ante las duras palabras de su hermano un año menor. Oír la verdad no estaba ajustado a los planes. No estaba planeado que los muros se debilitaran. Los ojos de la muchacha de cabellos dorados estaban vidriosos, en cualquier momento se podía poner a llorar. Parpadeo dos veces para que no se le escaparan las lagrimas de sus ojos y se volvió a poner recta.
- Haz lo que quieras. Pero vete ahora, antes de que te descubran - dijo - Marcus... Padre amaba a mama, no lo olvides. Tampoco olvides que soy tu hermana y que estaré aquí si tienes algún problema.
Marcus asintió en respuesta y se fue. Estaba decidido e encontrar a la chica de ojos azules. Salió con pasos rápidos y sordos de el gran edificio construido de hormigón y metal.
Ya en el exterior, puso sus manos encima de sus ojos en forma de visera para poder ver el paisaje sin que le cegara la luz tan potente del sol. Ya adaptado al cambio, se pone en marcha. No suele andar por el bosque, siempre manda a gente que lo hicieran por el. Que estupido fue.
- No entres... Vete de aqui. - oia voces que procedian de la copa de los arboles mas bajos. No se paro a mirar, aunque por dentro se estubiera muriendo de medo, para el, el orgullo va antes de la seguridad.
***
El hielo resbalaba y ya habia caido unas cuantas veces intentando huir de aquella cosa. Nicole vuelve a caer, pero se levanta con mas fuerza. Tiene las piernas congeladas, pero no se queda atrás. Kyle le agarra fuertemente de la mano para que no se separara de el, también estaba frío por el temporal.
- ¡Corren demasiado deprisa! - grita Kyle
Nicole esta vez tampoco sentía miedo, pero quería estar al lado de Kyle. Miró por un segundo a atrás. Las bestias eran blancas y los seguían de mas de cerca de lo que ella había imaginado. La muchacha estaba segura de que si se acercaban no les haría nada. Pero eran un punto fácil.
- ¡Allí hay una cueva! ¡Corre! - Kyle agarraba aun con mas fuerza la mano de Nicole y esta pudo notar como se le habían congelado los dedos de manos y pies. No se molestó en decir nada, ya que temía que se le helara la garganta.
De pronto, Nicole volvió a la oscuridad, pero estaba despierta. Se asustó. Pensó que se trataba de su horrible celda, que ahora le parecía el peor lugar para establecerse. Se revolvió nerviosa hasta que unos brazos la atraparon y la tranquilizaron.
- Shh, estoy aquí, te protegeré. No tengas miedo... - susurró una voz. Era Kyle, que no la había dejado; el estaba allí, rodeando a Nicole con sus brazos, haciendo que sus cuerpos se unieran. Un cosquilleó recorrió el pecho de Nicole y sentía una pequeña descarga eléctrica en cada punto donde su piel se encontraba con la de el joven licántropo. ¿Que era aquello? Ella nunca había experimentado aquel sentimiento, ¿por que ahora, entonces?

Pasado un rato ya no se oía ningún ruido procedente de fuera.
- Podemos salir - dijo Kyle. Se aparto de Nicole y se levanto. La muchacha se sintió vacía al separarse de el, quería que la volviera a abrazar y que le dijera que todo iba a salir bien. Quería estar protegida por su musculoso y cómodo cuerpo, pero no podía ser, sabia que era lo mejor. De todos modos, ¿que iba a sentir el por ella? Nada, era absurdo.
Andaron rápidamente hasta el borde de la cueva y se asomaron para ver si había algo peligroso. Nada a la vista. Salieron y comenzaron a andar sobre la nieve que llegaba hasta los tobillos. Nicole tenía frío, posiblemente más que antes. Kyle se dió cuenta y se quitó la sudadera, ofreciendósela. La aceptó sin rechistar y entró rápidamente en calor. Las mangas le venian grandes y le colgaban y de largo le llegaba hasta la mitad de los muslos.
- ¿No tienes frío? - le preguntó inocentemente Nicole.
- No me puedo quejar, tu eres mas inmune al cambio de temperatura - se encogió de hombros y se frotó los ojos cansadamente.
- Falta mucho - dijo Nicole. No lo había dicho en forma de pregunta, era una afirmación. Sabia perfectamente que había sido egoísta diciéndole a Kyle que la acompañara en un viaje tan largo y peligroso, pero hasta el momento no se había parado a pensar en ello.
De pronto, ya no hacia frío, y todo era oscuridad. Delante de ellos había un gran lago, y del centro de este, un castillo de estilo victoriano. Kyle, sin dudarlo, se sumergió en el lago con un salto limpio y asomó su cabeza a unos pocos metros mas allá de la orilla.
- Vamos, e, agua no hace nada - el muchacho encontró una madera de tamaño para soportar el peso de dos personas, se acercó a Nicole y luego se subió a la embarcación improvisada, ofreciéndole una mano a la joven.
Nicole dio un paso y su pie se adentró en el agua. Todo se volvió de color anararanjado, con tonos rojos y amarillos: fuego.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Capitulo 2 una confianza mutua

- Soy un licántropo; hombre lobo para otros, creo que eso esta claro. Y yo nunca dejaría que una damisela en apuros con los problemas encima - sonrió Kyle
"Es hermoso" pensó Nicole. Enseguida apartó esos pensamientos de su cabeza y empezó a preocuparse realmente sobre que quería ese chico de ella.
Tenía el cabello negro que acababa en una ligera cresta sobre la frente. Los ojos, de un marrón chocolate, miraban a Nicole con picardía. Esta se estremeció.
- ¿Necesitas algo mas? - continuó Kyle - Puedo llevarte a cualquier sitio. Me dices el lugar, te subes a mi y en pocas horas llegamos.
Nicole intento hablar, de nuevo. Decir algo como "quiero que me lleves donde puedan decirme que soy".
Kyle hizo amago de quitarse la camisa, dejando al descubierto un poco de su torso bien marcado. Su piel era de un dorado muy deseable. Se iba a convertir en lobo. Nicole lo frenó.
El licántropo la miró extrañado. Nicole negó con la cabeza. Ella no quería que la llevara siendo lobo, la ponía nerviosa. Apartó la vista, avergonzada. Cuando volvió a mirar a Kyle este ya tenía la camisa puesta de nuevo. Aun la miraba con incertidumbre.
- Eh... de acuerdo, pero entonces nos llevará varios días.
Estuvieron andando varias horas, que a Nicole le hicieron andar con mas dureza y poder estar a la altura de Kyle, que avanzaba rápido por la hierba sucia.
Caída la noche, pararon en un descampado lleno de troncos. Cogieron unos cuantos y Kyle hizo una pequeña hoguera para entrar en calor.
"- ¡Sal de aquí! ¡Nicole! - las llamas cada vez se hacían mas potentes y mas altas. El humo negro llenaba la pequeña estancia. La estantería para los libros cayó, al lado de Nicole. En los grandes ojos de la pequeña Nicole se podía leer claramente el miedo. Estaba mas asustada que nunca, pero no iba a permitir que su madre se alejara de ella, no otra vez. La mujer rubia cayó al suelo y empezó a toser, impotente ante la situación, lo único que Nicole podía hacer era gritar y llorar. Unos brazos rodearon su diminuto cuerpo y  la alejaron de el fuego. Cuando el calor disminuyó, mas alejados de la casa, dejaron a Nicole en el suelo, inconsciente"
Abrió los ojos. Intentó mantener la calma. No era la primera vez que tenía visiones de un incendio, pero esta vez parecían tan... reales. Kyle volvió y se tumbó, Nicole se sentó a su lado, en la hierba que crecía lentamente a su alrededor. Con aquel muchacho se sentía segura y protegida.
- Y dime, em... - empezó Kyle. Se acerco a ella, aparto su largo pelo y miró con atención su chaqueta -... Nicole. ¿Que hacías tu por aquella zona?
Nicole le miraba. Abrió la boca pero la volvió a cerrar ya que solo emitía pequeños gemidos insonoros.
- Bueno, ya veo que no quieres hablar...
Kyle se golpeó suavemente las piernas y se levantó. Se apartó un poco de donde estaba Nicole mientras decía casi en un susurro_
- Voy a por mas leña
"Fabuloso. Ahora me siento culpable" pensó Nicole. Se tumbó y se acomodó. Sus párpados se entornaban y se volvían a abrir, haciendo un intento por mantenerse abiertos y alerta. El cansancio la pudo y se dejo llevar por los brazos de Morfeo.

Nicole se despertó con el movimiento de su cuerpo. Se asustó.
- Oh, por fin te has despertado, mudita - dijo Kyle.
El muchacho la tenía agarrado por debajo de las rodillas y por los hombros, llevándola sin tocar el suelo. Andaba tranquilamente, como si no pesara nada, que de hecho, así era.
Nicole se removió en sus brazos. Estaba extrañamente a salvo, pero a la vez incomoda por el tacto de sus manos en su blanca y delicada piel. Se ruborizó.
Kyle la bajó al suelo, avergonzado Ella sintió un gran alivio cuando sus pies desnudos tocaron el suelo. ¿La había llamado mudita?
Caminaron un rato en linea recta. Kyle pasó un brazo por delante de Nicole y la frenó.
- Nos tenemos que quedar aqui. Por ahora, ir por ese camino significaría no volver a salir.
La muchacha tomó el comentario como desafío y se deshizo de la protección del brazo del joven licántropo. Andó arrastrando las puntas de los pies por el suelo a cada paso. Se adentró en el único camino que encontró: una niebla espesa en una gran oscuridad. Los arboles se movían a merced del viento, parecían que habían cobrado vida. Se podía oir el ulular de los buhos y el aullar de los lobos. Nicole no sentía miedo, es mas, estaba mas convencida que nunca de lo que estaba haciendo.
- ¡Nicole! ¡No entres ahí! - Kyle gritaba a sus espaldas, en su tono de voz se había temor y preocupación. El licántropo sentía la necesidad de proteger a aquella pequeña mudita, aunque fuera con su propia vida. No iba a dejar que le sucediera algo.
Nicole se giró y sus miradas se cruzaron. Ella sonrío.
- Confía en mi - consiguió pronunciar en un susurro, antes de adentrarse por completo en el bosque.
***
"Nicole no puede andar muy lejos. Estará protegida por el mastodonte de antes" pensó Marcus. Practicaba con las espadas en la sala de entrenamiento que estaba a las afueras del bosque.
La espada que empuñaba corta media cabeza del muñeco de pruebas, la clava en el pecho de otro y cae sobre el frío suelo de metal. Marcus se sienta en el suelo, a escasos metros de la espada de mango dorado. Se deshizo de su camisa; su morena y esculpida piel brillaba ante la luz artificial. Se volvió a levantar y comenzó a asestar golpes a un saco de boxeo.
Una joven entra en la sala; va vestida con el típico traje negro flexible para entrenar. Su pelo dorado estaba recogido en una trenza un poco deshecha que le llegaba hasta hasta mas abajo del pecho. Marcus hizo una mueca.
- Hola, Cristal - dijo. Cristal era la hermana de Marcus. Tendría mas o menos su edad. Solo les diferenciaba una cosa: Marcus tenía corazón, y en cambio, Cristal era fría y calculadora. No se excedía por nada, ni siquiera por su propia familia.
- Ya veo que estas entrenando - paseó por la sala arrastrando los finos dedos sobre los distintos arcos que descansaban colgados en la pared - He oído que la chica ha escapado. Tiene un gran poder, un poder que nosotros podríamos utilizar.
- No veo como podríamos utilizar lo de matar a la gente. Antes de morir, Padre me dejó al cargo de no permitir que saliera de aquí, pero nunca me dio una razón. Ahora lo sé todo - Marcus se acercó a su hermana y la miró a los ojos -. Está asustada, Cristal. Yo no voy a seguir con esto, me rindo.
Marcus ando rápidamente y lleno de dignidad hacia la puerta.
- Le has fallado; has fallado a Padre - le dio tiempo a escuchar las ultimas palabras pronunciadas por su hermana Cristal, antes de llegar al amplio pasillo iluminado por miles de luces.
"Ella tan solo es una chica preguntándose aún porque la encerraron durante tanto tiempo" pensó el muchacho. Entró en su pequeña habitación color marrón; se tumbó en la cama, deshaciéndola, y pensó en todo lo que ha ocurrido en todo el día hasta quedarse dormido
***
Cuando dio varios pasos hacia la niebla, Nicole se arrepintió de lo que habia hacho. Frenó en seco. Miró para todos los lados, pero ya no veía la salida, ni la entrada por donde habia pasado, ni a Kyle. Asustada, dió dos pasos adelante. Torpemente, tropezó con una piedra y cayó al suelo.
- ¡Nicole! - se oía gritar - ¡Nicole!
Nicole estaba en el suelo. Estaba sudando y tenía los ojos de un tono blanco. Kyle por fín la encontró, tambien el estaba sudando. Suspiró.
- Joder, Nicole, que susto me has dado.
Nicole levantó la vista y lo miró preocupada. No era la primera vez que le pasaba lo de los ojos, pero nunca habia estado con otra persona. Seguramente Kyle estaba en peligro. Este intentó acercarse a ella, pero lo apartó; era demasiado peliroso.
- ¿Te pasa algo?
- No... no te acerques a mi... por favor - su vocecita casi inaudible era dulce, pero escondia en su interior una preocupacion notable.
- ¿Pero que...? ¿Nicole, que sucede?
- Mis ojos... no... no te acerques, de verdad
Nicole se puso a correr bosque adentro. Las ramas de arbustos y arboles le hacian pequeños cortes en los brazos y en las piernas. Jadeaba por el esfuerzo. Creyó que Kyle no le seguiría, pero se equibocaba; corría a escasos metros detrás de ella.
A Nicole le dolía la cabeza como si mil agujas se estubieran clavando en su cerebro. Se tiro al suelo, se llevo las manos a las sienes y gritó mientras una luz de varios colores emergía de ella.
- ¿Ni... Nicole?

jueves, 26 de abril de 2012

Capitulo 1 a un paso de la libertad

Nicole lanzaba gritos en la noche; en su horrible celda oscura. La voz que le alimentaba todas las noches se acercaba con pasos sonoros mientras repetía varias veces:
- ¡La cena!
La muchacha se levanta sobresaltada. Las cadenas aferradas al suelo le estiraron de la la muñeca, haciendole gritar de dolor. Pequeños hilillos de sangre descendieron por las cadenas. La sangre de Nicole.
La puerta de la celda de piedra se abrió con un estrepitoso ruido que hace temblar la pared de barrotes donde se situaba la puerta. El hombre recorre la estrecha sala en grandes zancadas y deja una pequeña bandeja plateada en el suelo, junto a Nicole. Esta se agacha y olfatea la comida. Estaba rancia. La palpa un poco con la mano y puede distinguir un trozo de carne cruda con la poca luz que se filtraba por los barrotes de la pequeña ventana. Apartó de un empujón la comida, seguramente drogada y se recostó sobre la pared fría. Se agarró las piernas para protegerse del frescor de la noche y se abrochó la chaqueta azul palido donde ponia claramente su nombre en letras plateadas bordadas a mano.
Ella no sabia nada. No sabia como llegó alli, donde ha estado toda su vida. No sabia quienes eran sus padres, si es que tenian. No sabia como era fisicamente. No sabia como era el aire puro, ni el sol, ni el agua fresca de un lago. Solo tenia un unico detalle de su vida: Nicole.
Durante las ultimas semanas han estado hechando polvos dorados a su vomitiva comida, algo que ella no sabia.
Un grito agudo llega hasta los oidos de Nicole. "Alguien torturado" pensó ella. Unos pasos rápidos y ágiles se oian cada vez mas fuerte por la oscuridad.
- Ven, niña - dijo una voz. Una voz tranquilizadora y cariñosa, de mujer. En la oscuridad, Nicole pudo distinguir que la mujer le habia extendido la mano, una mano blanca y huesuda.
La muchacha dudó ¿Podría fiarse de aquella mujer que le entregaba la libertad? ¿Le pediría algo a cambio por sacarla de allí?
Nicole intentó decir algo, pero no pudó. Sabía las palabras, pero no proninciarlas. Por su boca salian pequeños sonidos convertidos en gemidos. Pareció que la mujer intento escucher lo que decía.
- No tenemos tiempo
Tomó la mano de Nicole hasta que ella quedó en pié. Salieron de la celda y corrieron por el humedo pasillo. Manos que se estiraban por los barrotes de las paredes intentaban frenarlas. Nicole se estremeció.
La joven vió en el final del pasillo un gran hueco en la pared hecha escombros. "Ya es de día" advirtió. Salieron por el y fueron a parar con otro agujero del mismo tamaño. El sol cegó a Nicole durante unos instantes pero pronto se acostumbró a la luz del temprano amanecer. Giró para ver a la mujer que le habia sacado de alli, pero ya no estaba. Dio varias vueltas sobre sus talones, mirando a su alrededor. Ni rastro de la mujer de tez blanca. Andó hacia delante, estabilizandose y intentando mantener el equilibrio.
"- Todo acabará con su muerte" le llegaron a la cabeza diapositivas de imagenes pasadas, imagenes que ella nunca había presenciado y de las que nunca había oido hablar. Se llevó las manos a las sienes, cerro los ojos y se retorció en el suelo.
"- Ella no es normal, es un monstruo" venían recuerdos de una tarde tormentosa, horas antes de que la encerraran donde ha estado toda una vida.
"- Sigue siendo una niña, Michael". Michael. Ese nombre, el nombre del ser que encerró a una niña en una especie de prisión esparcida por el mundo. El recuerdo de una mujer alta, rubia y muy bella agarrando a una pequeña niña de preciosos cabellos negros y ojos azules llegó a la mente de Nicole
"- Nicole, escuchame cielo. Tienes que protegerte. No dejes que te hagan daño ni que se aprobechen de tu. No confíes en nadie. Habrá gente que te ayudará, pero no debes bajar la guardia. Se fuerte. Te quiero"
Los ojos de Nicole se abrieron de par en par. Una sensacion de mareo y temor de recorrió todo el cuerpo. Andó tambaleandose por el valle verde sucio hasta apoyarse en un árbol cercano. Su espalda se despizó por el tronco hasta sentada en el suelo. Entonces, todo se volvió negro
***
Marcus recorría la sala de un lado a otro. Pego un golpe a la mesa con el puño cerrado y miró a sus compañeros. Estaba realmente furioso.
- ¿Como habeis podido dejar que escape? Os dejé al mando, ¡y me habeis fallado! - dijo - ¡¿Como pensais que vuelva a confiar en vosotros, unos incompetentes?!
El joven muchacho de tan solo diecinueve años de edad se desplomó en su sillon de cuero rojo, delante de sus socios: las personas que le habian ayudado a controlar a la abominable monstruosidad que horas antes mantenían encerrada en una de sus celdas impenetrables.
- Pero señor, una mujer entró y...
 - ¿Una mujer? ¿Desde cuando una mujer puede con ustedes? - Marcus se agarró el pelo. Se levantó y andó hacia la puerta gris que estaba a unos pocos metros - Señores, ya no cuento con ustedes. Lo haré todo yo solo. Se podria decir que estan... despedidos - sonrió. Abrió las puertas de par en par y salió de la sala llena de inutiles.
Entró en la armería y puso sobre su formado cuerpo un traje negro ajustado de combate. En el cinturón ancho se colocó las arma.
Salió por los corredores, grises e iluminados de tristes colores. Insipidos.
Una vez fuera comenzó a dar vueltas alrededor de el edificio. Una figura se situaba al lado de un árbol llegó al punto de visión de Marcus. Se acercó sigilosamente. Una chica.
Era hermosa. Tenia la piel muy blanca, haciendo que su pelo negro y largo resaltara mas. Tenía largas pestañas negras y unos labios deseables. Vestía cin unos pantalones cortados por los muslos y con una chaqueta azul claro donde ponia en bordado blanco "Nicole". Era ella, la chica.
Fue agachandose poco a poco hasta llegar a la altura de la cara de Nicole. Extendió su mano para apartarle un mechon de pelo que le caía sobre el rostro. Abrió los ojos, unos ojos azules enormes. Ella se arrastró sobre las hojas secas del otoño hasta estar fuera de su alcanze. Le miraba asustada; el lo capto como un "¿quien eres?"
- Soy Marcus, hijo de Michael Frad. Y tu me perteneces - estaba muy seguro de que conseguiría lo que se proponía.
Nicole se levantó y dió varios pasos hacia atrás. Marcus sacó una pistola de su cinturó y apuntó con ella a la cabeza de Nicole. En los ojos de la muchacha se podía leer claramente el miedo.
- Por si no sabes lo que es, es una pistola. Pum - imitó infantilmente el sonido de un disparo - Y no dudaría en volarte la cabeza como te muevas de donde estas.
Nicole empezó a dar pasos ligeros y ágiles hacia atrás. Se dió la vuelta dandole la espalda a Marcus y empezó a correr. Marcus se sorprendió ante su osadía y apretó el gatillo. La bala rozó el muslo de Nicole, quemándole la piel. Ella intentó continuar corriendo, pero la pierna le escocía demasiado y se desmoronó en el suelo.
Marcus extendió los brazos y rió en una carcajada de victoria.
- Te dije que no te movíeras - dijo este.
Nicole entrecerró los ojos vidriosos y desafió con la mirada al muchacho de cabellos castaños que reía delante de ella. Marcus volvió a reir mas sonoramente, se fue acercandó a Nicole con pasos despreocupados. Una sombra se interpuso entre ellos dos. Una sombra que se hizo mas nítida cuanto menos se movía. La figura estaba llena de pelo y se apoyaba a cuatro patas. Las orejas, tambien llenas de pelo, estaban subidas hacia arriba en señal de alerta. Sus finos labios estaban echados hacia atrás dejando ver unos relucientes y afilados dientes.
Nicole gritó. La bestia se avalanzó sobre Marcus, que salió corriendo por donde habia llegado. La bestia se desformó y se fue convirtiendo poco a poco en forma humana. En un bello joven.
- Hola - dijo este - soy Kyle